lunes, 26 de abril de 2010

No nos gustan los museos

No nos gustan mucho los museos. Son los mausoleos del arte. Filas de nichos donde se suceden una obra tras otra, alienadas, mezcladas por la misma iluminación, el mismo ambiente, los mismos paseantes ordenados y respetuosos. Gracias al efecto mágico del entorno y de una serie de normas escritas y no escritas, ver arte se vuelve rutinario, desapasionado, dirigido cuando debería ser un acto de interpretación consciente, activo, intenso y libre. Todos los cuadros terminan siendo el mismo cuadro y  todos los espectadores el mismo espectador. Cada obra es un individuo, tiene una historia y un proceso de gestación únicos. Estan hechas para significar individualmente, al margen del entorno. No basta con pasar la vista por ellas, es necesario pararse a comprenderlas para disfrutarlas.

Revindicamos el arte bastardo y perecedero de la calle, ninguneado, criminalizado, pisoteado, manchado, roto, vivo. Al margen del sacro recinto del museo, donde no puede uno reírse, extasiarse, indignarse... Seguiremos divagando.

sábado, 3 de abril de 2010

Caras

Los integrantes de Mr. Psycho siempre han sentido especial predilección por el retrato. La figura humana y en especial el rostro son los materiales mas sencillo y efectivo para conseguir iconos potentes y universales. A pesar de ser un genero tan viejo como el arte mismo, siempre cuentan con un público fiel, receptivo y dispuesto. Parece como si el cerebro humano incluyera un programa para la detección e interpretación de rostros similar al de las modernas cámaras digitales. Este sistema de comunicación inconsciente, muy rápido pero poco preciso, es el responsable de que emociones primarias como el terror o la ira se propaguen en cuestión de segundos entre la multitud transformándola en un grupo compacto dispuesto para la acción, y de que prefiramos los retratos. Nuestra particular obsesión por las caras es en realidad una tendencia natural, consecuencia de siglos de vida en sociedad, o mas concretamente, de nuestra necesidad para sobrevivir, de ser sociales. Seguiremos divagando.